
Imagina un lugar donde haya montañas, bosques de pinos mediterráneos, acantilados que te descubren pequeñas calas sólo accesibles a pie o desde el mar, valles llenos de huerta con unos colores que cambian dependiendo la estación del año, la bajada del río Ter y su encuentro con el Mar Mediterráneo, humedales con una riqueza incomparable de flora y fauna, playas formadas por dunas naturales, calas íntimas y las Imponentes Islas Medas que parecen que cuidan el Baix Empordà desde el mar, a tan sólo 900 metros de la costa.
Todo esto es nuestro Parque. Somos muy privilegiados de tener tan cerca estos paisajes.
Un lugar que atrae a gente con interés por la naturaleza, para pasar sus vacaciones con tranquilidad y en la hora con dinamismo, haciendo algún tipo de deporte.


